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Roberto Mora Martínez

Abrir horizontes para la filosofía andina

Sobre Josef Estermann: Filosofía andina. Estudio intercultural de la sabiduría autóctona andina


 Conceptualización de la sabiduría andina



Josef Estermann:
Filosofía andina. Estudio intercultural de la sabiduría autóctona andina.
Quito: Abya-Yala,
1998.
359 páginas
ISBN 9978-04-428-0



Ediciones Abya-Yala:
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Versión alemana:

Josef Estermann:
Andine Philosophie. Eine interkulturelle Studie zur autochthonen andinen Weisheit.
Frankfurt/M.: IKO - Verlag für interkulturelle Kommunikation, 1999.
353 Seiten
ISBN 3-88939-509-0



IKO - Verlag für interkulturelle Kommunikation:
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1

  Frente a la crisis del mundo actual, en la que la globalización de la economía y de la información, lejos de hacer desaparecer las diferencias culturales las ha agudizado, con lo que se puede provocar la creación de fundamentalismos nunca antes vistos, Josef Estermann opta por establecer un diálogo intercultural con los indígenas de los Andes, para exponer otra forma de expresión de lo humano. Negando el supuesto de una inconmensurabilidad total entre las culturas, así como de las indiferencias éticas de éstas, el autor ofrece un estudio intercultural con la filosofía andina del runa (poblador indígena), con la finalidad de reflexionar sobre las condiciones y límites de dicho diálogo.

2

  En la filosofía del runa »las concepciones 'filosóficas' en esta vivencia son practo-lógicas e implícitas. Secundariamente y en sentido derivado, la 'filosofía andina' es la reflexión sistemática y metódica de esta experiencia colectiva. Se trata de la explicitación y conceptualización de esta 'sabiduría popular' andina (como universo simbólico) que implícita y pre-conceptualmente siempre está presente en el quehacer y la cosmovisión del runa andino«. (63) La filosofía andina es una proyección ideal abstracta, que expone una forma de concebir el mundo, que se ha gestado a partir de los diversos pueblos que han habitado y aún viven en los Andes.

 



 Diálogo filosófico intercultural

3

  Al intercambio de conocimientos y opiniones se le designa como diálogo intercultural, inicio de una filosofía intercultural, esta última, más que una filosofía, es una cierta manera de hacer filosofía. A través de estudiar las relaciones sui generis entre las distintas culturas, enfocando los pensamientos filosóficos que todos los seres humanos poseen, impregnados, claro está, de una connotación cultural particular.

4

  Para establecer un encuentro filosófico intercultural, entre las concepciones occidental y andina, se debe indagar sobre los sinónimos conceptuales. Esto es, buscar los equivalentes homeomórficos, más allá de la univocidad establecida por el pensamiento occidental que impuso los universales homológicos.

5

  De tal modo, se presenta un grave problema cuando se quiere exponer la estructura racional del runa andino, pues cuando se habla de la racionalidad andina ya se está usando un concepto fundamentalmente occidental, que no puede ser transculturado sin más. La razón no es una invariable cultural, ni mucho menos una esencia supra-cultural, se puede emplear como un esquema heurístico del encuentro con el otro. En la filosofía andina, la realidad está presente en forma simbólica y no tanto en forma representativa o conceptual, así el runa andino busca la inserción mítica en el mundo, y la (re)presentación cúltica y ceremonial simbólica del mismo.

 



 Equivalentes homeomórficos

6

  El autor continúa su trabajo desarrollando las características de la filosofía andina, para tal fin utiliza varios neologismos quechua-griego, el primero de ellos es: pachasofía (cosmología andina). A diferencia del pensamiento occidental cuya manía clasificatoria a separado y especializado diversos ámbitos de la actividad intelectual del ser humano, para la filosofía andina la realidad holística no permite distinciones reales, debido a la relacionalidad como rasgo fundamental. Pacha, comprende los aspectos de tiempo, espacio, orden, estratificación. Sin embargo, si a pacha se le agrega el aspecto del cosmos, se puede enunciar como: cosmos interrelacionado o relacionalidad cósmica. En resumen, pachasofía se comprende como una casa, en la que todos y todo pertenecen a una sola familia bajo un mismo techo.


»Los ejes cardinales de pachasofía se extienden, según el ordenamiento 'espacial', entre arriba (hanaq) y abajo (uray), y entre izquierda (lloq'e) y derecha (paña) y según el ordenamiento temporal, entre antes (ñawpaq) y después (qhepa). Estas dualidades más que oposiciones son polaridades complementarias.«

Josef Estermann (146)

7

  Otro neologismo quechua-griego es runasofía (antropología andina). La visión del sujeto en la filosofía andina, el runa, es ante todo relacionalidad; por tal motivo es infructífero tratar de buscar un "equivalente homeomórfico", en la filosofía andina, para el concepto occidental de sujeto, a diferencia de la visión moderna, que se podría resumir en el concepto copula mundi, que actualmente predomina. Así el individuo para la filosofía andina es un nada, un no-ente, de tal modo una persona es "sí misma" en la medida en que se relaciona con otra.

8

  El hombre andino conforma el ayllu, la entidad colectiva fundamental, la unidad étnica de las comunidades campesinas. Ante pachasofía el hombre es ante todo »guardián« (arqariwa) y »conservador« de kay pacha (el espacio-tiempo, concreto y actual), y no "dueño" o "productor"; el runa es guardián muy celoso y responsable de la base de la vida, no sólo de la tierra y de los animales, sino de todos los fenómenos cósmicos y meteorológicos que contribuyen a la continuación de la vida. En el concepto de relacionalidad, entendida como la concepción de la relación de todo con todo, la entidad básica no es el ente sino la relación. Así, con base en la primordialidad de la estructura relacional, los entes particulares se constituyen como entes.

»El ser (aunque no es una categoría andina), como 'ser relacional', es a la vez 'deber ser', o sea un orden normativo, y no sólo constatativo o fáctico. De tal modo las proposiciones descriptivas, son a la vez prescriptivas y performativas, el estado fáctico de la 'realidad' es (positiva o negativamente) una norma que implica una cierta forma de actuar y relacionarse.

Josef Estermann (226)


9

  Con respecto a la ruwanasofía (ética andina), la concepción del hombre andino se basa principalmente en un deber, lo que hay que hacer. La ética andina es reflexión sobre su "estar" (no en sentido existencialista o fenomenológico) dentro del todo, de lo holístico, y no tanto sobre la normatividad del comportamiento humano.

10

  Por último resta mencionar la apusofía (teología andina). Con apu, se denomina tanto a la religiosidad andina, como a la religiosidad cristiana, su uso se reserva para referirse a las divinidades tutelares de los cerros y cumbres nevadas, pero, también se lo emplea para indicar los nombres cristianos de Dios. El neologismo intercultural apusofía es sólo un intento para captar a la vez lo distinto y similar con respecto a la reflexión teológica andina. Para la religiosidad andina la diástasis occidental entre un ámbito sagrado y otro profano es inaceptable, ya que todo es sagrado porque forma parte del orden cósmico y divino.

11

  El sincretismo cultural y religioso (surgido de la imposición en la época de la conquista), es el motivo por el cual el autor prefiere referirse al concepto de religiosidad y no de religión: la "absoluteza" divina sólo puede entenderse en el sentido de la universalidad cósmica de relacionalidad: Dios es la suma de todas las relaciones que posibilitan la vida y el orden cósmico. Así, Dios está relacionado con el todo, lo sostiene y lo conserva, en conjunto con otros elementos, no está separado del todo, como puede entenderse en el pensamiento católico.



 La importancia del diálogo intercultural


Roberto Mora Martínez es profesor de historia de las ideas en América Latina en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

12

  El autor sabe que es imposible acercarse a un diálogo intercultural negando una determinada carga cultural, ya que cultura y política neutrales sólo existen en los museos y libros etnológicos. Empero frente al desgaste del pensamiento hegemónico occidental es posible establecer un diálogo intercultural.

13

  Josef Estermann presenta su texto como una posibilidad de abrir los horizontes comprensivos de los seres humanos, para buscar en otras filosofías, culturas y cosmovisiones, diferentes posibilidades de expresión de lo humano. Así, el runa con su peculiar filosofía andina, no quiere participar en este diálogo asumiendo la designación peyorativa a su pensamiento calificado de ideas exóticas, sino como una expresión filosófica de lo humano encarnado en un pueblo.



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